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Larguirucho Larguirucho! Hablá más fuerte que no te escucho!!!! Decía un personaje de un comic de mi infancia… Frase que siempre me hizo mucha gracia, aún sabiendo que estaba mal planteada…
Según la RAE, Oír es: (Del lat. audīre). 1. tr. Percibir con el oído los sonidos.
Y Escuchar es: (Del lat. vulg. ascultāre, lat. auscultāre). 1. tr. Prestar atención a lo que se oye.
De ahí la contradicción. Si NO me estás escuchando difícilmente lo hagas si te hablo más alto… podrías oírme pero no escucharme…
Con esto quiero retomar los dos posts anteriores sobre Teoria de la Comunicación y Funciones del Mensaje para plantear el dilema de que, a pesar de que es imposible NO comunicar, no siempre conseguimos que haya comunicación o la que nosotros queremos.
La comunicación es un proceso, en el que intervienen varios factores o actores, los cuales pueden cortarlo y detenerlo o tergiversar el mensaje. Al ser un proceso, este puede verse afectado por lo que conocemos como Interferencias de la comunicación: Son obstáculos en el proceso, que pueden anular la comunicación, filtrar o excluir una parte de ella o darle un significado incorrecto, lo cual afecta la nitidez del mensaje.
Existen tres tipos de barreras: personales, físicas y semánticas.
– Barreras personales: son interferencias de la comunicación que provienen de las emociones, los valores y los malos hábitos del individuo, tanto del emisor o del receptor.
– Barreras físicas: son interferencias de la comunicación que ocurren en el ambiente donde ésta se realiza, por ejemplo un ruido repentino, un lugar muy bullicioso donde se lleve a cabo la comunicación, un teléfono con interferencia, etc. O bien por cuestiones fisiológicas propias del emisor o receptor (disfonía, falta de luz, sordera, etc)
– Barreras semánticas: Tienen que ver con el significado de las palabras, cuando no precisamos su sentido, estas se prestan a diferentes interpretaciones y así el receptor no interpreta lo que dijo el emisor sino lo que su contexto cultural le indica (Denotación / Connotación)
Dado que estamos hablando de un proceso, y a su vez con un sistema compartido, en el que utilizamos un código en común y un situación físico-temporal, cada uno de los factores de la comunicación pueden, sin querer, interferir en la comunicación. Veamos 1 a 1 como podemos influir negativamente en el proceso.
Emisor: Cuando tenemos que emitir un mensaje, antes que nada tenemos que tener claro “QUÉ” queremos decir. Ya veremos cómo lo decimos en relación a la situación, el contexto y nuestro receptor. Pero lo más importante es tener claro que vamos a decir algo, que daremos una información, que codificaremos un mensaje. Y nuestra comunicación debe ser siempre asertiva si queremos conseguir respuesta en nuestro receptor o audiencia. Debemos ser empáticos, ponernos en el lugar del otro, saber qué es lo que los demás esperan que digamos.
Mensaje: Debe ser siempre construido teniendo en cuenta todos los demás factores, sin olvidar ninguno, y según la regla de la selección y combinación. Elegimos cada una de las palabras, signos o elementos que vamos a utilizar y los combinamos de la mejor manera posible para optimizar la comunicación. No es lo mismo decir “Yo me río en el baño, que yo me baño en el río”. A su vez, aunque la comunicación sea un proceso, los mensajes tienen una direccionalidad y una situación espacio-temporal. Van de una persona o varias a una persona o varias. De un modo directo o diferido. Mediatizados o no. Aunque lo que tengamos que decir sea lo mismo, no es igual decirlo en persona que por la tele, por teléfono. O decirlo, grabarlo, imprimirlo y leerlo 500 años más tarde… El significado varía si se cambia cualquiera de éstos elementos. Por eso debemos analizarlos antes de emitir el mensaje, para hacerlo de la manera más efectiva posible. Cuántas veces vemos por la tele que A le dice a B, “Te quiero”… mensaje muy bonito. Pero hay muchos B’s que lo consideran mucho mas bonito y profundo porque se lo dijo A en la tele… No es ya lo suficientemente bonito que te digan “te quiero”???… pues no!!!! hay formas (a priori) mas bonitas de decir: TE QUIERO!!!!!
Receptor: Factor decisivo y yo diría, casi, el más importante, del proceso de comunicación. Si el receptor no tiene una participación activa, no es conciente de su rol, no tiene una predisposición a recibir un mensaje, ya puede estar todo lo demás muy bien pensado y planificado que no conseguiremos que haya comunicación. A lo sumo habrá información. La escucha activa, por parte del receptor es decisiva en todo acto comunicacional. Y la selectividad de la atención es importante. Si el receptor sabe lo que busca o quiere escuchar o encontrar lo hará más fácilmente. Cuántas veces hemos quedado con un amigo que sabemos viene con un swetter amarillo, y vemos sólo personas vestidas de ese color. O cuantas veces buscamos un tuit sobre, diseño por ejemplo, y a pesar de leer muchos, solo nos llama la atención los que incluyen esta palabra… La atención la activa el receptor.
Os dejo un video sobre escucha activa, que comparto cada vez que puedo, porque de una manera muy divertida, creo, da a entender la importancia de escuchar, para recibir bien el mensaje:
Canal: Tendremos problemas con el canal cuando cualquier factor ambiental se interponga por sobre el mensaje. Si queremos alertar de peligro con una luz roja en un ambiente pintado de este color, evidentemente no lo conseguiremos. Interfieren en el mensaje cualquier ruido ambiental, sonoro o visual. En un ambiente ruidoso, la comunicación se hace mucho más difícil. Lo importante es conseguir hablar (con palabras, imágenes, sonidos, etc.) conociendo el canal mediante el cual lo haremos y si utilizaremos algún tipo de soporte o sistema de transmisión (teléfono, micro, WIFI, etc) para la optimización del recurso.
Código: Debemos obligatoriamente utilizar un mismo código compartido con el receptor, de nada sirve construir un discurso maravilloso sobre algo si lo hacemos mediante una codificación desconocida por la persona o grupo al que va dirigido. (idioma, sistema de percepción visual, género musical, etc). Al tratarse de un código, este debe, necesariamente que codificarse y decodificarse, siguiendo unas pautas o reglas compartidas por ambas partes del proceso. En este caso los factores culturales son los que más pueden variar el significado de nuestro mensaje. El color negro, vinculado al luto en occidente, es considerado festivo en algunas zonas de oriente.
Contexto: La relación entre los elementos de la comunicación, se da en un espacio-tiempo determinado. De aquí que la información puede ser en directo o en diferido, sincrónica o no, presencial o virtual. Os ha pasado alguna vez que recibís un tuit, del tipo… “si, jejeje” … y no sabéis de que va?. Seguro que es una respuesta de otro nuestro, enviado mucho tiempo o días antes, y como los tuits, son mensajes instantáneos o casi, cuando les cambiamos el contexto, cambiamos su significado. O una misma imagen puesta en la puerta de un hospital o en la puerta de una discoteca, connotará significados diferentes. Marcel Duchamp con sus “Ready-Made” , creó una corriente artística, que trataba de descontextualizar objetos o re contextualizar para aportarle nuevos significados. Así un urinario en una galería, podría considerarse obra de arte…
En resumen. La comunicación es algo natural en la sociedad, simplemente sucede. Pero si queremos entender el cómo, debemos tener en cuenta todos estos factores en el momento de la generación de un acto de comunicación. Consejo número cero de la comunicación: “NUNDA DES NADA POR SENTADO, POR SOBREENTENDIDO”.
Ya entienden eso de: “Dí algo sólo si lo que vas a decir es más bonito o importante que el silencio”…. Sabiendo ahora, que el silencio, también comunica. Me dijo una vez una alumna, y no olvidare su definición: “La comunicación, es… como mi sombra, me persigue todo el tiempo”… Genial no?
Nos vemos en el siguiente post, donde intentaremos entender la comunicación, pero en un entorno de redes sociales…. Es igual la comunicación en las redes sociales? Cómo funciona?…
Os dejo un video en el que clarísimamente se ven aplicados todos los conceptos que hemos aprendido hoy…
Hmm… Lo que voy a escribir seguro que no es más bonito que un folio en blanco (porque está tan lleno de posibilidades…).
La principal barrera de la comunicación, ahora y siempre, es que la “escucha activa” suele brillar por su ausencia. Incluso te diría que disfrutar de una simple “escucha” es un lujo.
Los principales motivos son nuestra falta de empatía y el “ego-centrismo”, que dan como resultado que:
* En nuestra cabeza, nuestros pensamientos e ideas rugen durante la conversación.
* Tenemos tendencia a prejuzgar y asumir (cosas de nuestro cerebro evolucionado y tendente a buscar patrones…).
Me cuesta mucho, sin embargo me esfuerzo en “”nunda” dar nada por sentado””.
Si escuchar es creo más importante casi que hablar muchas gracias Nacho y vivan las hojas en blanco!!!